La energía eólica apunta a Mérida

El emplazamiento escogido es la Sierra de Machal, un enclave clasificado como suelo no urbanizable de especial protección.

Una firma andaluza pone en marcha un proyecto en el término emeritense.

Un nuevo proyecto de generación de electricidad mediante energías renovables sienta las bases para su desarrollo en Mérida. Tras las propuestas (algunas en plena explotación y otras aún en fase de obtención de permisos) de plantas fotovoltaicas, termosolares e incluso de biomasa, ahora le toca el turno a la eólica. La empresa Magtel Renovables de Extremadura ha iniciado los pasos para instalar un parque de aerogeneradores en el término municipal emeritense. Aunque, en este caso, el emplazamiento escogido cuenta con una especial protección por sus condiciones naturales.
El proyecto de Magtel Renovables de Extremadura consiste en un parque con 19 molinos y una capacidad de generación de potencia de 17,9 megavatios. El emplazamiento elegido es la Sierra de Machal, un enclave situado entre La Nava de Santiago, Puebla de Obando y Cordobilla de Lácara, cerca de la provincia de Cáceres pero aún dentro del término de Mérida.
La compañía, con sede en Córdoba, explica que ha solicitado la puesta en marcha de varios parques eólicos en la región. Como indica, en último término depende del Ministerio de Industria la preasignación de potencia y la aprobación de los proyectos, pero antes debe contar con la autorización previa de la Junta de Extremadura, tal como establece la legislación autonómica, que también exige un acuerdo previo en materia económica con el Consistorio afectado.
En este caso, también se necesita un acuerdo en materia urbanística, ya que la ubicación elegida tiene carácter protegido, y además con una doble calificación. Como recoge el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), se trata de Suelo no Urbanizable de Especial Protección de Dehesas, así como de Espacios Serranos y Enclaves Singulares. La normativa municipal prohíbe expresamente el uso industrial.
Una vez recibida la solicitud de compatibilidad urbanística por parte de la empresa, el Gobierno local emeritense elevó consulta a la Dirección General de Urbanismo de la Consejería de Fomento y a la Dirección General de Evaluación y Calidad Ambiental de la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente para tratar de asimilar los generadores de energía eólica con las torretas de telefonía, lo que habría facilitado los permisos. Sin embargo, la Junta ha aclarado que se trata de una instalación industrial, por lo que no puede implantarse en las parcelas elegidas si no se lleva a cabo una modificación del PGOU.
Con ese objetivo, la Junta de Gobierno Local del pasado 8 de abril acordó iniciar el proceso de modificación del Plan General con el objetivo de declarar viable el proyecto. Tal como recoge el acta del acuerdo, al que ha tenido acceso Hoy, para ello será necesario consultar previamente a la Dirección General de Evaluación y Calidad Ambiental.
Un largo proceso
Con esta decisión, el Ayuntamiento ha iniciado la tramitación de un proyecto que, antes de recibir su visto bueno definitivo, debe pasar por el filtro de la comunidad autónoma y contar con la aprobación de la administración central.
Debido a que tan solo se han dado los pasos iniciales, la compañía aún no puede ofrecer una estimación sobre la inversión necesaria para poner en marcha el parque eólico, ya que dependerá de la potencia asignada y del momento en que se decida su puesta en marcha.
Lo que sí ha planteado la empresa al Consistorio emeritense son las condiciones de desarrollo económico del proyecto, requisito previo a la autorización regional. Tal como recoge la normativa autonómica, estas actuaciones deben comprometerse a crear y mantener durante un periodo mínimo de diez años al menos tres empleos estables por cada megavatio instalado. En este caso, al tratarse de 17,9 megavatios, supondría 53 puestos de trabajo. Pero la Junta de Extremadura permite como alternativa la firma de un convenio con el Ayuntamiento afectado por la planta del parque eólico en el que se recoja una aportación mínima del 8% de la facturación anual durante un plazo no inferior a 25 años. Este dinero debe destinarse a proyectos generadores de empleo. En el caso de Magtel, el compromiso se ha elevado al 8,5%, lo que se traducirá en una cantidad que, en todo caso, dependerá de la potencia asignada y del efectivo funcionamiento de la instalación.